miércoles, 11 de marzo de 2015

Siguiente parada: Embodiment


La conducta expresiva es un elemento clave para definir la experiencia emocional. La teopría del feedback facial afirma que la expresión facial y la postura corporal son esenciales para experimentar una emoción. Por ejemplo, el gesto de ir a jugar a videjuegos o los gestos que hace un guitarrista al tocar la guitarra, ayudan a mantener la concentración. En la actualidad esta teoría forma parte de lo que se conoce como embodiment theories. En línea con la tesis de William James, las embodiment theories defienden que las respuestas corporales facilitan el procesamiento cognitivo de los estímulos emocionales. Así, se ha podido comprobar que imitar la expresión facial del modelo sobre el que tenemos que hacer un juicio emocional, facilita la exactitud del reconocimiento.

Entonces, embodiment es la conexión existente entre el cuerpo y la mente. Y nos permite situarnos dentro de nosotros mismos. Con la técnica adecuada, se puede llegar a sentir el cuerpo de otro. Se investigan esos intercambio cuerpo-mente.

Aprendemos desde pequeños como es un cuerpo, que FORMA tiene, como se mueve y cuales son sus partes. Ese conocimiento es puesto a prueba cuando estamos en un entorno virtual y nuestro cuerpo es sustituido por un 'avatar'. En ese momento nuestro cerebro tiene que elegir, no puede creer en dos cuerpos al mismo tiempo, y decide quedarse con el cuerpo virtual. Esa transferencia hacia un cuerpo ficticio, es lo que denominamos embodiment.


O sea que lo simbólico y semántico, los significados que se encadenan como pensamientos conscientes y, especialmente, inconscientes, están en continua interacción de ida y vuelta con el cuerpo sensorial y motriz, constituyendo unidades mentales-corporales.  Se retoma así en el campo de la investigación experimental algo que ya estaba planteado en la clínica psicoanalítica desde los estudios de Freud sobre la histeria, en su concepción de que las conversiones tenían como correlato causal ciertas ideas que pensadas metafóricamente eran transformadas en fenómenos corporales:si se teme “dar un mal paso”, entonces se puede producir una parálisis histéríca; o si algo repugna, entonces aparece vómito. Las nuevas investigaciones abren un camino promisorio para entender el efecto específico de la palabra sobre el cuerpo.

Una de las consecuencias del embodiment es que el sentimiento de transgresión moral por haber hecho o pensado algo inadecuado induce la necesidad de LIMPIEZA, lo que ha sido probado experimentalmente. Es lo que se conocía intuitivamente desde hace mucho tiempo y que fue denominado el “efecto Macbeth” debido a la descripción que hizo Shakespeare del lavado compulsivo de manos de Lady Macbeth después de haber participado en el asesinato de su marido. A CONTINUACIÓN dos trabajos que lo prueban experimentalmente.

En la investigación publicada por Chen-Bo Zhong, C.B. y Liljenquist, K. (2006). Washing away your sins: Threatened morality and physical cleansing, Science, 313:1451-1452. (Lavando sus pecados: la moralidad amenazada y la limpieza física), los autores examinan el “Efecto Macbeth”, o sea que la amenaza al sentimiento de pureza moral induce la necesidad de limpiarse. Esto se revela a través de:
  •      Un mayor acceso mental a conceptos de limpieza.
  •       Un mayor deseo de productos de limpieza.

  •       Una mayor probabilidad del uso de toallitas antisépticas.


Los experimentos fueron los siguientes:
  •  Se les pidió a los participantes que recordaron un hecho que ellos consideraban ético o no ético de su PASADO y que describieran los sentimientos que ellos experimentaban. Después se les hizo completar fragmentos de palabras en que faltaban letras que podrían ser completadas de distintas maneras. Los participantes que recordaron un hecho no ético completaron más palabras relacionadas con la limpieza que los que recordaron un hecho ético. Diferencia estadísticamente significativa.

  • Para comprobar si este acceso a conceptos de limpieza era el resultado de una necesidad de lavar el cuerpo cuando el sentimiento de integridad moral está cuestionado se procedió de la siguiente manera. A los participantes se les dijo que se estaba investigando la relación entre su escritura manual y la PERSONALIDAD (tarea de distracción). Se les pidió que copiasen  a mano una pequeña historia en que para un grupo se describía un acto no ético (sabotear a un compañero de trabajo para perjudicarlo) y para otro grupo un acto ético (ayudar a un compañero de trabajo). Después se les mostraron dos listas; una que incluía tanto productos de limpieza (jabón de baño, pasta dentífrica, líquido de limpieza, líquido desinfectante, detergente) como  otros productos (notas post-it, zumo de néctar, pilas, casetes Sony y barritas de chocolate). Se les pidió que eligieran productos de esa lista. Los que habían escrito una historia no ética prefirieron los productos de limpieza, siendo la diferencia estadísticamente signficativa.

  • Para comprobar si la copia de una historia con un acto no ético frente a la copia de la historia de un acto ético tenía consecuencias para la conducta, se les ofreció como regalo que eligieran entre toallitas con un antiséptico y un lápiz. A un grupo control se les ofreció ambos para probar que no había diferencias de desiderabilidad  entre el lápiz y las toallitas. Pero aquellos que escribieron la historia no ética elegieron las toallitas antisépticas de manera  estadísticamente significativa.respecto al otro grupo.

  • Para comprobar si la limpieza determina que la gente que recuerda un acto inmoral si se lava tenga menos tendencia a hacer un acto reparatorio sentido como correcto realizaron el siguiente experimento: Los participantes describieron un acto inmoral de su pasado. A CONTINUACIÓN se los dividió en dos grupos: a uno se les pidió que se lavasen las manos con una toallita antiséptica y al otro no. Luego se les pidió que completasen un estudio sobre su ESTADO emocional en ese momento. A continuación se les preguntó si se ofrecerían como voluntarios sin PAGA para otro estudio. Los que no se lavaron las manos se ofrecieron como voluntarios en un 74% y los que se lavaron las manos sólo en un 41%; es decir después de lavarse las manos se sintieron menos en falta.


También se estudió la influencia del estado emocional de los participantes. Se les pidió después de que un grupo se hubiera lavado las manos y el otro no que describieran su estado emocional presentándoles dos categorías de emociones que corresponderían a su estado emocional:
  •  Emociones morales (disgusto, remordimiento, culpa, vergüenza, sentimiento de embarazo y rabia).

  •  Emociones no vinculadas a lo moral (confianza, calma, excitación, malestar).


Los participantes que se lavaron las manos despues de recordar una anécdota personal de tipo inmoral expresaron menos emociones de la categoría moral.

Los autores relacionan de manera interesante sus estudios con el hecho de que buena parte de las religiones proponen actos rituales de lavado como formas de purificación.

A continuación otro TRABAJO que no sólo corrobora al anterior sino que aporta datos sobre la especificidad del efecto de la transgresión moral.

Lee, S.W.S .y Schwarz, N. (2010). Dirty hands and dirty mouths: Embodiment of the moral-purity metaphor is specific to the motor modality involved in moral transgression. Psychological Science[i], 21: 1423-25 (Manos sucias y bocas sucias: la corporeización de la metáfora pureza moral es específica a la modalidad motora implicada en la transgresión moral).

Retoman el TRABAJO de Zhong y Lijenquist reseñado más arriba. Lo que mostraron  Lee y Schwarz es que la gente necesita lavar específicamente la PARTE del cuerpo con la cual hicieron el acto sentido como inmoral.

A 187 sujetos de experimentación  a los que se les dijo que participaban en un estudio sobre PERSONALIDAD –tarea de distracción- se les hizo imaginar que eran miembros de una firma de abogados en que uno de los compañeros les pedía que buscasen un escrito que se le había perdido, y que ellos lo habían encontrado y podían devolver al compañero o mentir diciendo que no lo habían encontrado. Si le decían al compañero que habían encontrado el escrito, gracias a ello el compañero sería promovido y el sujeto de experimentación no. A continuación se dividió a los participantes en 4 grupos:

  • Grupo A: los participantes de este grupo le escribían un EMAIL al compañero mintiéndole, diciendo que no habían encontrado el escrito, de modo que perjudicaban al compañero beneficiándose a sí mismo.


  • Grupo B: los participantes de ESTE grupo le dejaban un mensaje de voz mintiendo, diciendo que no habían encontrado el escrito, de modo que perjudicaban al compañero beneficiándose a sí mismo.


  • Grupo C: le escribían un EMAIL diciendo que sí habían encontrado el escrito.


  • Grupo D: le dejaban un mensaje de voz diciendo que sí habían encontrado el escrito.


Luego se les mostró una serie de diversos productos comerciales ENTRE los cuales estaban un jabón para lavar las manos y un líquido para enjuague bucal y se les preguntaba cuál de los múltiples objetos estarían dispuestos a comprar.

Resultados: Los sujetos que habían mentido mediante el teclear el email en que decían que no habían encontrado el escrito mostraron preferencia significativa por el jabón de mano, y los que mintieron mediante el mensaje de voz mostraron preferencia por el líquido de enjuague bucal.

El trabajo mostró que el sentimiento de inmoralidad está asociado con la parte corporal específica con la que se lo realizó el acto sentido como inmoral.

Otra serie de experimentos, corroboran la tesis de que el movimiento corporal influencia al juicio:

  • A 72 sujetos de experimentación se les dijo –maniobra de distracción- que iban a probar la calidad de unos auriculares y que para ello iban a escuchar música durante 60 segundos y luego un mensaje de opinión sobre un tema de interés para los participantes. Se les dijo también que los auriculares podían variar en la calidad de la recepción de acuerdo al movimiento de la cabeza por lo cual harían movimientos de cabeza para comprobar distorsiones en el sonido. 


  • Se los dividió en dos grupos: uno al que se les hizo mover la cabeza en sentido vertical –abajo arriba y arriba abajo, repitiendo CONTINUAMENTE ese movimiento.

  • A otro grupo se les hizo mover la cabeza en sentido horizontal –de izquierda a derecha y viceversa, repitiendo continuamente ese movimiento (Wells y Petty, 1980). Luego se los interrogó acerca de su aceptación o discrepancia con los argumentos del mensaje. Los que movieron la cabeza en sentido vertical concordaron más con el argumento del mensaje que los que lo hicieron en sentido horizontal. 


La conclusión es que al quedar unidos, formando una entidad a lo largo del desarrollo de la persona, que el sí se acompaña de un movimiento vertical repetido de la cabeza y el no con un movimiento repetido de tipo horizontal, el sólo movimiento de la cabeza en uno u otro sentido modifica la aceptación o rechazo del argumento. El otro aspecto interesante del trabajo es que los experimentadores que observaban a los participantes de la experiencia tendieron inconscientemente a imitar el tipo de movimientos que veían. La consecuencia que se puede extraer para la psicoterapia es que los movimientos corporales del terapeuta, sobre todo si se hace terapia frente a frente, transmiten continuamente significados de aceptación o de rechazo. Igual sucede con los movimientos de acercamiento o alejamiento corporal.


La acción es el lazo entre la mente y el cuerpo, que genera el concepto de incorporación, es decir, hacer corpóreo el conocimiento.

Este trabajo de 1980 fue corroborado por investigaciones posteriores (Tom y col., 1991; Briñol y Petty, 2003; Tom y col., 2006).

Algunas aplicaciones:

Se ha visto que el ballet ayuda a mejorar la eficacia de los medicamentos en personas con la enfermedad de Parkinson. Esto se debe a que el movimiento de bailar genera una mejoría física que se traduce en un mejor estado de ánimo. De esta manera se consigue que perciban una NUEVA realidad de su cuerpo.

En un sentido parecido, TAMBIÉN se ha utilizado el baile en NIÑOS para mejorar su percepción corporal. Justo antes y después, se les hizo dibujar un cuerpo humano a los niños. Las diferencias entre los dos dibujos eran notorias: el segundo dibujo (después de bailar) estaba mejor proporcionado y presentaba una mejor percepción del cuerpo.

Ya sabéis, ahora toca pasar de la teoría a la práctica.

Desde la razón de las respuestas, con amor.


Por Alejandra Espinosa

[i] Psychological Science está entre las 10 revistas más importantes en psicología científica



No hay comentarios:

Publicar un comentario